miércoles, 13 de febrero de 2013

El Corregimiento, el futuro de Villarcayo y las Merindades

El Corregimiento, el futuro de Villarcayo y las Merindades.


Con este post inicio la andadura de mi blog, titulado “Las Merindades por Derecho”, en el iré aportando mi visión mas o menos acertada y a salvo de mejor criterio, de diferentes temas que puedan afectar a nuestra Comarca de “Las Merindades”, y con el único propósito de crear debate.


Comienzo dando respuesta al artículo titulado “¿se debe volver a las características del Corregimiento de Villarcayo?” que aparece en el Crónica de Las Merindades de este mes de Febrero de 2.013.



Debo confesar que el titular formulado en tono de pregunta me atrajo, y al leerlo me sorprendió gratamente, ¿se debe volver al Corregimiento? Parecería un artículo sobre alguna efeméride histórica casi nostálgica, pero nada más lejos de la realidad.
Para mi sorpresa, trata de la Ordenación del Territorio en Castilla y León, y es que la Junta de Castilla y León  “a la chita callando” tiene en marcha un anteproyecto de Ordenación del territorio, y don Mariano y sus secuaces Ministros Recortadores con Montoro a la cabeza tiene otro Anteproyecto denominado de la Racionalización de la Admón. Local que  posiblemente cuando lean este articulo haya sido aprobado por el Consejo de Ministros y por la vía de urgencia este en el Parlamento.

Se preguntarán que tiene esto que ver con el Corregimiento con Villarcayo, y con Las Merindades, pues mucho, nos va nuestro futuro en ambos textos normativos, me atrevo a decir que nunca ha habido un mayor ataque contra el municipalismo en nuestra historia contemporánea, no solo contra Villarcayo, y las Merindades, sino a nivel estatal.

Para nuestras Merindades, el ataque es todavía más salvaje por la propia estructura jurídica, política administrativa, del territorio, me  explico:

Habrán leído en prensa, que estas normas van a hacer desaparecer las Pedanías o no, van a disminuir los concejales o no, van a bajar el sueldo a los alcaldes o no, van a suprimir las diputaciones o no y cosas por el estilo,  todo cortinas de humo.

Estos textos normativos que pronto, se van a ver aprobados y publicados en el BOE y BOCYL, señalan en el ámbito estatal que los municipios de menos de 20000 habitantes, van a ver como sus competencias pasan a manos de las diputaciones salvo que se fusionen hasta alcanzar los 20000 o cumplan una serie de estándares todavía por definir, ha que recordar que en todas Las Merindades somos 24.000 habitantes por lo tanto en el frente estatal  lo llevamos crudo.


En el ámbito de nuestra Comunidad Autónoma, desde Valladolid nos vienen con un traje del mismo corte y para todos la misma talla, pero aquí llaman unidad territorial rural básica a los municipios que tengan mas de 5.000 y menos de 20.000 habitantes, recuerden somos 24.000.

Se preguntaran que ocurre los que no llegan a 5.000 habitantes, en las Merindades solo sobrepasa este parámetro Medina de Pomar, yo también me lo pregunto, y como tengo la suerte de compartir micrófono en Con la venia de Radio Espinosa Merindades, se lo pregunte a mi Alcaldesa y nuestra Procuradora en Cortés,  Doña Mercedes Alzola  y la respuesta, fue "no pasa nada, lo de los 5.000 habitantes no tiene importancia, es de cumplimiento voluntario y no va a pasar nada solo hay que cumplir con estándares de calidad en el servicio y sostenibilidad financiera", escucho estos palabros y me pongo a templar.

El caso es que uno es por oficio desconfiado, sobre todo cuando me hablan de una norma de cumplimiento voluntario, las normas legales, o se cumplen o se incumplen, pero que las cumpla el que quiera no entran en mis esquemas, incluso la ignorancia de la norma no excusa de su incumplimiento articulo 6 Código Civil, luego si la norma existe hay que cumplirla, esto es de primer trimestre de carrera de derecho, luego me sigo preguntando que pasa con los de menos de 5.000, que en las Merindades son todo menos uno, y ya saben quien.

La respuesta sin quererlo nos la da don Manuel López Rojo de la Asociación “Amigos de Villarcayo”, que ya barrunta nublado viniendo por el Monte de Tubilla y se han puesto a discurrir y ha resucitado al Corregidor, y entonces han sumado la población de Villarcayo, la de las antiguas siete Merindades, junto con Alfoz de Santa Gadea, Bricia, Arija, Valdebezana y Los Altos, renuncian a Urria (habría que atravesar Medina) y renuncian al Valle de Valdivielso y  dicen que habría que tratar con mucha delicadeza a estos pueblos pero que sus ayuntamientos sin duda desaparecerán, pero ojo con mucha delicadeza.

El total del sumatorio nos da nos daría unos  7.000 habitantes, algunos de ellos vivirán a 70 Km. de la plaza de Villarcayo, y como digo no suman ni una tercer parte de población de las Merindades, Gadea, Bricia, Arija, incluso Soncillo  tienen mas relación con Reinosa que con Villarcayo.

Si cogemos un mapa y marcamos lo que sumamos, veremos que la propuesta es bienintencionada pero ineficaz, y además tendría como resultado que estos pueblos anexionados se diluirían en Villarcayo perdiendo su identidad, justo lo que “Amigos de Villarcayo” no quieren que ocurra con Villarcayo y yo tampoco, y  ustedes con sus pueblos tampoco, porque cual es el futuro de Espinosa de los Monteros, Valle de Tobalina, Valle de Mena, Valle de Valdivielso, Trespaderne, etc...

Apuntaba este humilde Letrado de pueblo que les escribe, en sus intervenciones en Radio Espinosa Merindades, que nuestro futuro pasa por empezar a pensar en una Comarca las Merindades, donde todos los pueblos desde Alfoz de Santa Gadea pasando por la Junta de San Zadornil, Partido Sierra de Tobalina y los mas grandes conserven su autonomía local, su municipio con sus servicios básicos, porque en nuestra Comarca, “desde cualquier pueblo, se ve el siguiente” como dice don Jose Carlos Peña alcalde de Espinosa

Este territorio nuestro ya estaba ordenado en los albores de la nación española, aquí nació Castilla, y  a las Merindades se la cita en el Libro Becerro de las Vertías (sobre 1.300) ( esto también es de primero de derecho,  me vienen a la memoria las lecciones magistrales de Historia del Derecho del Padre Reizabal), por eso no nos sirven, es mas nos destruyen tanto la Ley estatal como la ordenación del territorio de Castilla y León, redactada en algún despacho anodino de Valladolid

Todos nuestros pueblos y pedanías nos distinguen y nos enriquecen, este es un patrimonio inmaterial que hemos heredado de nuestros antepasados que vivieron tiempos mucho más duros y estrechos que los nuestros y nos lo legaron, y tenemos la obligación de conservarlo y engrandecerlo.

Por eso hemos de unir nuestras 24.000 voces, y sobre todo nuestros 24000 votos, en una sola voz que nos represente ante la Junta de Castilla y León, Diputación, Gobierno de la Nación, Bruselas, donde haga falta, solo actuando como una Comarca única y unida vamos a poder impedir que nuestros ayuntamientos desaparezcan y a defender nuestros servicios y competencias de las intromisiones de la Diputación de Burgos, en la que se pretenden residencial los servicios y competencias de los pueblos de menos de 20000.

Ahora es el momento de que nuestros alcaldes actúen, debatan, conversen, consensúen, por encima de localismos e interés propios o de partido, y lo hagan por el interés general de las Merindades, olvidando lo que interesa a inquilinos de cómodos despachos de Valladolid y Madrid, y no nos vale tener un discurso en Las Merindades y otro en la Diputación y en la Junta de Castilla y León.

El Interés General de Las Merindades debe estar por encima de intereses locales,  personales y partidos, pasara el tiempo y Las Merindades seguirán existiendo, y la Historia pondrá a cada uno en su lugar, y este es el momento de retratarse. Mañana será tarde.

Y en cuanto a nosotros, los habitantes de las Merindades, nos caben dos alternativas, la de siempre dejar que otros solucionen nuestros problemas, o reaccionar  y espabilar, porque esto esta pasando hoy, debemos por medio de la presión social evitar que esta agresión se confirme y que Don Mariano y Don Juan Vicente consigan vía Real  Decreto lo que los Velasco no consiguieron en tantos siglos.

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